¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
¿Si el cerebro humano está diseñado para cambiar constantemente y adaptarse al entorno? ¿Por qué nos cuesta tanto? La respuesta es que esto se produce por la Paradoja de la Plasticidad y es una de las claves para mejorar nuestra inteligencia emocional.
Inteligencia Emocional y la Paradoja de la plasticidad
En nuestro cerebro hay elementos que nos vienen dados: unos son innatos y dependen de las características de nuestro cerebro; y otros, son adquiridos, fruto de la educación y las experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra biografía.
Cuando nos enfrentamos a un acontecimiento o a una emoción, nuestro cerebro utiliza estos dos elementos para actuar de una determinada manera. Si utilizamos habitualmente un determinado modo de respuesta, éste se automatiza y cada vez nos costará más esfuerzo cambiarlo. Costará, sí, pero es posible.
De manera consciente tenemos que dirigir nuestra atención y nuestros esfuerzos hacia ese nuevo hábito que queremos construir y comenzar a generar rutinas nuevas. De tal modo, que poco a poco vayan imponiéndose a las antiguas. Ten en cuenta que si dejamos de utilizarlas, estas conexiones neuronales, se borrarán.
Por tanto, podemos decir que nuestro cerebro está diseñado para aprender y para «desaprender» lo que ya no es útil.
¿Cómo podemos conseguirlo?
- Es muy importante cambiar de entorno o hábitos, ya que en el antiguo es donde se generaron los hábitos que queremos dejar atrás.
- Desear intensamente el cambio y poner nuestros esfuerzos en conseguirlo.
- ¡Ponernos manos a la obra!
Para que sigáis profundizando en el tema os dejo el vídeo que vimos en el Curso de Inteligencia Emocional. Se trata del programa de Redes 160: ¿Cómo se conectan las neuronas? En la segunda parte del programa Elsa Punset nos explica cómo llevar a cabo estos cambios para mejorar nuestra Inteligencia Emocional.
Espero que os guste.
Como siempre, podéis dejar vuestras dudas y comentarios.
Inmaculada Parraza Huerta