CÓMO MINIMIZAR LOS EFECTOS DEL AISLAMIENTO EN LAS PERSONAS MAYORES

Después de casi tres semanas de aislamiento, son muchos los que notan los efectos del confinamiento en su salud emocional. Se quejan del jaleo en casa, de la falta de organización entre los miembros de la familia o de sí no pueden ver la serie que les gusta porque la televisión ya está ocupada.

Pero, ¿Nos hemos parado a pensar cómo se encuentran las personas mayores que viven solas? No tienen problemas de ruido en casa, desorden o peleas por el mando de la tele. Al revés, su gran problema es EL SILENCIO. Los días son iguales y el quehacer diario es prácticamente inexistente.

Esta situación ya existía antes del estado de alerta sanitaria originada por la pandemia del Covid-19, ya era preocupante entonces, pero ahora se ha agravado significativamente.

Los sentimientos de soledad y aislamiento tienen importantes consecuencias en las personas mayores. Puede contribuir a aumentar sentimientos de ansiedad, angustia y desesperanza, entre otros. Está demostrado que la sensación de soledad contribuye al deterioro cognitivo, aumentado el riesgo de padecer demencia y otros trastornos emocionales. Por no mencionar, que agrava otras afecciones emocionales previas, como la depresión o la ansiedad.

No podemos olvidar que somos seres sociales y necesitamos el contacto humano tanto como cualquier otro alimento.

Algunos profesionales de emergencias en sus salidas han constatado el deterioro cognitivo y emocional en el que se encuentran algunos de nuestros mayores que están pasando la cuarentena aislados en sus domicilios. Desde su experiencia estas semanas, me han traslado esta cuestión:

 ¿Qué podemos hacer por nuestros mayores que ahora se encuentran más aislados que nunca?

La respuesta no ha sido fácil, porque el confinamiento no ayuda a romper esa soledad, no nos permite ir a visitarlos y preguntarles qué tal están… ¿o sí?

No podemos cambiar el mundo nosotros solos, pero entre todos, pequeñas acciones cambiarán nuestro círculo de allegados. Como dice el refrán, un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.

  1. El teléfono y las nuevas tecnologías nuestro mejor aliado.

Muchos de nuestros mayores no utilizan WhatsApp, Facebook o Instagram. Pero todos utilizan el teléfono. Piensa en aquellas personas mayores de tu entorno: vecinos, abuelos que hayas visto pasear por tu zona o que acudían regularmente a tu negocio (tienda, kiosco, peluquería,). Puedes buscar su teléfono y llamarles. Y ahora, seguro que te viene la duda, … ¿Qué le digo a una persona que apenas conozco? Muchas veces no sabemos qué decir o de qué hablar. Lo importante no es el qué, sino ¡la llamada!

  • Identifícate. Diles quién eres. Probablemente ellos tampoco te conozcan por el nombre, pero si te reconozcan por algunos de tus rasgos característicos. Como, por ejemplo, la chica del perro blanco, el chico del supermercado, …

 

  • Una vez hechas las presentaciones: Averigua si se encuentran bien y si necesitan algo: comida, medicamentos, artículos de higiene, … Algunas personas pueden tener falta de artículos de primera necesidad porque no tienen quién se los acerque a sus hogares.

 

  • Cuéntales algo. La mayoría de las veces lo que más necesitan es hablar, que les cuenten cosas del exterior, introducir alguna novedad en el día a día. Lo que para ti es una tontería, puede animarlos el día.

 

 

  • Repite estos pasos todo lo que puedas, si es a diario, MEJOR. Cuando estás solo los días se hacen muy largos y estas pequeñas acciones, pueden ser la tabla de salvación para muchas personas.

 

  1. Si la persona no tiene familiares o amigos, existen asociaciones sin ánimo de lucro que ofrecen apoyo afectivo a personas que se encuentren solas.

 

La Asociación Alares ofrece un teléfono de apoyo psicológico y escucha activa. El número es gratuito: 900-877-037. Se trata de una iniciativa que ya se puso en marcha en diciembre del pasado año, precisamente para mitigar los efectos de la soledad en las personas mayores.

En esta iniciativa solidaria participan psicólogos, médicos retirados, trabajadores sociales y voluntarios que atiendes cada día desde cualquier parte de España.

  Las llamadas son anónimas, gratuitas y tienen la duración que el mayor requiera. Pueden hacerse las 24 horas del día, de lunes a domingo.

Yo he encontrado esta asociación, pero estoy segura de que habrá más. Si conoces alguna, puedes hacérmela llegar y la pondremos en conocimiento de todas aquellas personas que lo necesiten.

 

Si algo estamos constando estos días es la enorme generosidad de la gente. Estoy más que segura de que entre todos podremos conseguirlo. Y espero, de todo corazón, que esta experiencia nos convierta en seres más humanos y solidarios.

 

En este caso la información de esta situación me ha llegado de la mano bomberos del parque de Santander quienes me han trasladado la pregunta de qué podrían hacer para ayudar a nuestros mayores. Una vez más, agradecer a nuestros héroes que están siempre velando por nosotros y buscando soluciones. Nunca os agradeceremos suficientemente lo que estáis haciendo. ¡Muchísimas gracias!

Este modesto artículo, pretende ser mi pequeño grano para entre todos buscar soluciones a aquellas situaciones que se nos vayan presentando en este confinamiento.

¡Juntos lo conseguiremos!

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